El padre de Manuel J. Cobo, se presume que era el tío del Brigadier juan Manuel de Rosas (Como me alcanzo tiempo atrás un dato de un libro bonaerense el Licenciado y historiador Oscar Tavorro y su ayudante Martin Biaggini) Pero la más verdadera documentación encuentro aqui gracias a Wikipedia.
Tenemos en la provincia de Buenos Aires, tres poblados que llevan el nombre: Manuel J. Cobo (Estación Lezama) cerca de Chascomus, Estación Cobo , cerca de Vivorata y Mar del Plata, finalmente MAR DE COBO, que lleva su avenida principal Manuel J. Cobo.
Historia popular de Lezama (Estación Manuel J. Cobo)
Manuel José Cobo y sus estancias
Nació el 26 de agosto de 1858
en Buenos Aires y cursó estudios en el colegio del Salvador. Después
fue enviado por su padre al pago del Tuyú y a los partidos de Mar
Chiquita y Lobería, para administrar las estancias que la familia
poseía.
Se interesó por mejorar el ganado criollo, trayendo de escocia, las razas Durhan y Alberdeen sangre nueva para el refinamiento de carne y leche.
Se dedicó a la importación del pedigree de la raza Shorthorn.
En el año 1890 se casa con Belen Zapiola, nieta del heroe de la independencia, General Maías Zapiola.
Sobre la estación del ferrocarril “Lezama”, instaló una nueva cabaña a la que le dio el nombre de “La Belén”, por su esposa. Jules Huret en su libro “La Argentina”, la describe como “…opulenta villa florentina, en medio de parques y jardines donde pasean gallardamente los pavos.”
Fue ampliando su campo con otros linderos, llegando a tener 11784 hectáreas, y con otra cabaña modelo llamada “Las Barrancas”, con numerosos puestos atendidos por escoceses e irlandeses. Se criaba el ganado bovino y ovino de pura sangre, contando con unos quinientos toros de pedigree raza Shorthorn y más de cuatro mil puros. Además, diez mil ovejas puras de raza Lincoln, lo que le valió celebridad y numerosos trofeos en todo el mundo. Asimismo, fomentó la plantación de montes, ofreciendo por cada árbol plantado un peso de premio. Por su enfermedad, llego a plantar medio millón de plantas de 164 especies diferentes. También en su afán de mejorar, introduce los cercos de maclura, que aún perduran en algunos sitios.
Las instalaciones, los modelos y el sistema empleado eran ingleses, así como también, el personal que dirigía la estancia. De igual manera que en el resto de las estancias de la época, en las estancias “La Belén” y “Las Barrancas”, no entraba dinero en efectivo, todo se liquidaba en ordenes y bonos de pago sobre Buenos Aires, para evitar robos y crímenes.
Ya en 1912, cuando comienza a gestionar la fundación del pueblo, se le agrava el mal contraído años atrás y su salud se fue quebrantando poco a poco. Comenzaron a declinar sus empresas en la crisis de la guerra de los Balcanes. Ordeno la liquidación de sus planteles en tres grandes remates.
El 14 de agosto de 1914 fallece Cobo en su mansión de Capital Federal , quedando su mujer Belén, después de pagar a bancos , acreedores, mayordomos, puesteros y peones, prácticamente en la ruina; pero dejando como herencia sus ideas de modernización y organización, además de perpetuar su memoria en el pueblo, que lleva su nombre.
Se interesó por mejorar el ganado criollo, trayendo de escocia, las razas Durhan y Alberdeen sangre nueva para el refinamiento de carne y leche.
Se dedicó a la importación del pedigree de la raza Shorthorn.
En el año 1890 se casa con Belen Zapiola, nieta del heroe de la independencia, General Maías Zapiola.
Sobre la estación del ferrocarril “Lezama”, instaló una nueva cabaña a la que le dio el nombre de “La Belén”, por su esposa. Jules Huret en su libro “La Argentina”, la describe como “…opulenta villa florentina, en medio de parques y jardines donde pasean gallardamente los pavos.”
Fue ampliando su campo con otros linderos, llegando a tener 11784 hectáreas, y con otra cabaña modelo llamada “Las Barrancas”, con numerosos puestos atendidos por escoceses e irlandeses. Se criaba el ganado bovino y ovino de pura sangre, contando con unos quinientos toros de pedigree raza Shorthorn y más de cuatro mil puros. Además, diez mil ovejas puras de raza Lincoln, lo que le valió celebridad y numerosos trofeos en todo el mundo. Asimismo, fomentó la plantación de montes, ofreciendo por cada árbol plantado un peso de premio. Por su enfermedad, llego a plantar medio millón de plantas de 164 especies diferentes. También en su afán de mejorar, introduce los cercos de maclura, que aún perduran en algunos sitios.
Las instalaciones, los modelos y el sistema empleado eran ingleses, así como también, el personal que dirigía la estancia. De igual manera que en el resto de las estancias de la época, en las estancias “La Belén” y “Las Barrancas”, no entraba dinero en efectivo, todo se liquidaba en ordenes y bonos de pago sobre Buenos Aires, para evitar robos y crímenes.
Ya en 1912, cuando comienza a gestionar la fundación del pueblo, se le agrava el mal contraído años atrás y su salud se fue quebrantando poco a poco. Comenzaron a declinar sus empresas en la crisis de la guerra de los Balcanes. Ordeno la liquidación de sus planteles en tres grandes remates.
El 14 de agosto de 1914 fallece Cobo en su mansión de Capital Federal , quedando su mujer Belén, después de pagar a bancos , acreedores, mayordomos, puesteros y peones, prácticamente en la ruina; pero dejando como herencia sus ideas de modernización y organización, además de perpetuar su memoria en el pueblo, que lleva su nombre.
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