20190924

LA CALLE ES NUESTRA, MAR DEL PLATA


“PRECIO”, ES DISTINTO QUE “VALOR”

Creemos que el arte es transformador y una sana esperanza.
Es válido y honroso vivir del arte, vender nuestras obras y obtener nuestro sustento a través del arte. 
Pero no es éste el único camino que el arte puede y debe recorrer.
Miles de personas, entre los que nos incluimos, estamos atravesadas por vectores de desfavorabilidad. Algunos vectores son transitorios y pueden ser solucionados con la acción, el protagonismo y el compromiso.
Amar el arte, gustar de obras de arte, es algo natural en el ser humano desde siempre. Pero poseer arte, muchas veces es imposible por esta eterna desigualdad que nos hace desfavorecidos. 
Sin embargo, hay desfavorabilidades que pueden solucionarse con opciones válidas, no únicas, pero efectivas, con impacto inmediato.
No todo el arte se hace para ser vendido, hay miles de personas que producen sus manifestaciones artísitcas sin el objetivo de venderlo. No todo el arte puede venderse, porque millones no pueden comprarlo. No siempre se concreta la posibilidad de exponer las obras, dar a conocer el arte que en cada comunidad se produce, pues el alquiler de pequeños lugares se hace inalcanzable para los artistas. Comprar una obra original está lejísimo de las posibilidades de la INMENSA MAYORÍA de los latinoamericanos.
Proyectos innovadores que promueven el arte de maneras diferentes se van haciendo universales por sus objetivos simples, su contenido sencillo y su dinámica sana. Desacralizan el arte, lo acercan a la vida cotidiana, al ser de todos los días, a la casa nuestra…y eso mismo lo re posiciona al arte como lo que es, una expresión para ser compartida, no guardada a oscuras detrás de rejas electrónicas en museos lejanos.
El Movimiento “LA CALLE ES NUESTRA” es un ejemplo valioso. 
Aman el arte. Generaron un proyecto que consiste en: Recibir gratuitamente obras de pequeño formato, acondicionarlas con un criterio unificador y liberarlas en diferentes lugares de las ciudades del mundo con una leyenda “Si te gusta, podés llevártelo”. Miles de maravillas suceden en esa calle nuestra diaria.
Es una acción de solidaridades mancomunadas, recepcionadas por personas que aman lo que hacen y creen en el poder transformador del arte. Económicamente el proyecto les genera gastos, pero ellos creen en la inversión en arte y su efecto benéfico en cientos de personas. 
Horizontalizan la posesión de una obra de arte en la comunidad en la que viven, es su cometido.
No hay certificados de recepción, no hay recibos, no hay catálogos, no hay nada más que un pasamanos de talento para que en muchísimos hogares se disfrute el arte local a través de una obra original, donada solidariamente con absoluto desinterés y amor artístico y liberada en la calle de la misma manera.
El mundo es muy amplio. La enorme mayoría de aquellos que encuentran las obras y las llevan a una pared de su hogar, jamás podrían haber adquirido un original de autor. Muchos, al hallar la obra, se la llevan abrazada……. El arte los visita, se queda a vivir con ellos y ellos se empoderan con el arte. Pueden existir los detractores de siempre, que se cansan de romper espejos, pero el beneficio social, estético y comunitario es MAGNÍFICO.
Celebramos que existan estos proyectos. Lo celebramos hondamente. Habría que imitarlos, centuplicarlos. Un abrazo no puede pesarse, una palabra de consuelo, no puede medirse, una carcajada feliz no tiene mesura, una obra de arte en la pared de quien no podría tenerla, no tiene precio, pero siempre adquiere un enorme valor. ¡Gracias!!!!

JUAN CARLOS LESPADA



LA CALLE ES NUESTRA 
EN MAR DEL PLATA
ARGENTINA



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